El ser humano es persona en sociedad, no somos individuos aislados sino personas vinculadas al resto en una relación política
Las personas podemos ser morales o inmorales, pero no amorales. Y lo mejor que podemos hacer, sostiene Adela Cortina, es sacar partido de esa moralidad del modo más inteligente posible. Si nos hubiéramos comportado éticamente, no nos encontraríamos en una crisis como la que vivimos actualmente. Por eso ética y política están estrechamente relacionadas. El ser humano es persona en sociedad, no somos individuos aislados sino personas vinculadas al resto en una relación política. La ética de las personas, de las organizaciones y de las instituciones es tan vital como el oxígeno. Sin ella la corrupción aumenta, la economía se olvida de que debe crear buenas sociedades y se torna opresora, los políticos se aferran a su bien particular frente al común, y los ciudadanos se recluyen en su vida privada. Y se olvida algo tan importante como que, en realidad, los seres humanos estamos hechos para la justicia y la felicidad.
QUIENES PARTICIPAN
Adela Cortina
En el año 2008 se convirtió en la primera mujer en ingresar a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.
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