Mario Irarrázabal
Escultor
Tras terminar sus estudios escolares, se mudó a Estados Unidos donde pasó cinco años en el seminario de la Congregación de Santa Cruz y estudió en la Universidad de Notre Dame, donde obtuvo un bachiller en Arte y Filosofía y un máster en Bellas Artes. Continuó su formación teológica en la Universidad Gregoriana (Italia) y estudió escultura en Alemania Occidental con el escultor Waldemar Otto.
Desde su regreso a Chile en 1969, ha dedicado su carrera a la escultura, siendo un medio para expresar sus inquietudes y sentimientos. Entre 1972 y 1974, se desempeñó como académico enseñando escultura en la Universidad Católica y en 1983 recibió una beca del gobierno de Alemania para trabajar en el Atelier-Haus Worpswede, cerca de Bremen. Entre sus obras más destacadas se encuentran La mano del desierto (1992), ubicada en Antofagasta, y La Mano de Punta del Este (1982), en Uruguay.
Ha sido premiado en tres ocasiones por la Bienal Internacional de Arte de Valparaíso, además de premios otorgados en Chile y el extranjero. En 2024 se inaugurará en San Carlos de Apoquindo el Museo Humano, reserva ecológica que reunirá 300 de sus esculturas.
ACTIVIDADES
La epopeya de una mano en el desierto
En esta conversación junto a su autor, se abordó la verdadera epopeya que significó la creación e instalación de la Mano en el Desierto, en compañía de un valioso archivo fotográfico como registro testimonial de su construcción y los efectos que esta importante escultura genera hasta el día de hoy.