Nuestras percepciones, los movimientos, el contacto amoroso, los sueños y hasta nuestras memorias más íntimas están determinados por el adecuado funcionamiento de nuestro sistema nervioso, una máquina maravillosa compuesta por miles de millones de neuronas que nos permiten percibir, entender y modificar nuestro medio ambiente. Todo lo que captamos, la luz, los olores, los sabores, los sonidos y el tacto, se transforma al ponerse en contacto con nuestras neuronas. Estas gatillan diminutas señales eléctricas que son interpretadas y traducidas por nuestro sistema nervioso en la forma de un cuadro de Picasso, en aromas de la cocina de la abuela, o en un concierto de Bach. Estas asombrosas transformaciones son posibles por la conversión en electricidad de los estímulos sensoriales y su viaje a gran velocidad a través de nuestras neuronas hasta llegar a nuestro cerebro, el integrador supremo. ¿De dónde surge esta electricidad animal? ¿Cómo se comunican las neuronas?, son algunas de las preguntas que tratamos de responder en este viaje de exploración por el sistema nervioso.