¿Qué pasaría si no pudiéramos oler y deleitarnos con la riqueza que aporta la sensación olfativa al mundo?
El olor es el guía subconsciente de muchas decisiones importantes en nuestras vidas. Gracias al olor las madres reconocen a sus bebés, aprendemos a asociar alimentos y elegimos a nuestras parejas. Las hormonas reproductivas alteran el sentido del olfato, y a medida que envejecemos nos aferramos a los recuerdos elusivos que pueden desencadenar los olores. Las neuronas responsables de la detección de olores son las únicas neuronas sensoriales que se siguen generando durante toda la vida. ¿Qué pasaría si no pudiéramos oler y deleitarnos con la riqueza que aporta la sensación olfativa al mundo? Según Lewis Thomas “en los siglos venideros podremos evaluar el futuro de las ciencias biológicas, estimando el tiempo que tomará comprender completamente la percepción de los olores. Puede que no parezca un problema lo suficientemente profundo como para dominar todas las ciencias de la vida, pero contiene, pieza por pieza, todos sus misterios”.
QUIENES PARTICIPAN
Kathleen Whitlock
Magíster en Neurobiología de la U. del Estado de Nueva York (EE.UU.) y doctora en Zoología en la U. de Washington (EE.UU.) con un postdoctorado…
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