Los mecanismos tradicionales de conformación de la opinión pública están dando paso a nuevas formas y espacios.
El populismo es, en gran medida, una “lógica de acción política” que se consume prácticamente en su actividad performativa, en sus “intervenciones” públicas, en la ágil, activa y continua comunicación, en la creación de estereotipos y enmarques que facilitan la construcción de un nosotros y su contraste con el adversario. Esto se ve favorecido por la pérdida de autoridad de la prensa de calidad y el papel central que cobran las redes sociales, con su desprecio a la deliberación racional y a la realidad fáctica, el predominio de lo emocional sobre lo reflexivo o de las pasiones sobre el conocimiento experto. Los mecanismos tradicionales de conformación de la opinión pública están dando paso a nuevas formas y espacios. ¿Cuál es la naturaleza de este nuevo contexto? ¿Qué ha motivado la explosión de los populismos en las últimas décadas, incluso en países con larga tradición democrática? ¿Cómo comprender los cambios en la reconstrucción del espacio público?
QUIENES PARTICIPAN
Fernando Vallespín
Es profesor de Ciencia Política en la U. Autónoma de Madrid, donde ha ocupado cargos como el de Vicerrector de Cultura, el de director de departamento de Ciencia Política…
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